22 de desembre del 2015

TIEMPO ATRÁS. TEMPS ERA TEMPS (6).EL HOGAR DE LEÑA. LA VORA DEL FOC

El uso del fuego viene de muy antiguo, se ha utilizado tanto para calentar, como alumbrar o cocinar los alimentos. La vida familiar giraba alrededor de este elemento tan preciado.

En la Edad Media los pueblos se censaban por fuegos, no por habitantes.

En el campo la leña era una fuente de energía muy importante para hacer fuego.

El hogar de leña en mis tiempos de niño y de joven, con los troncos de madera y sillas de enea, eran el punto central de la estancia, daba calor familiar en las tardes de otoño, invierno y primavera, con charlas y tertulias que correspondían al vivir de aquellos días.

Eran muchos los hechos que rodeaban la lumbre, como utensilios se utilizaban unos tostadores y unas pinzas para remover las brasas y acercar los troncos.

El aventador de esparto servía para encender el fuego cuando quedaba ahogado y así reavivar-lo.




El hogar de leña estaba amparado por las paredes laterales y la pared del fondo, era en esencia un lugar emblemático de la casa.

En el centro había cogido en la pared un gancho de hierro grueso como una muñeca, allá iba enganchada una cadena que tenía adherida una pieza de hierro con gancho entre punta y punta para coger la olla grande, según se usara para hervir el agua, para hacer jabón o la matanza del cerdo.



También se le ponían dos brazos terminados en dos ganchos para sostener las dos asas de la olla y hacer el caldo o lo que conviniera.

En la olla grande se hacía hervir la comida del ganado.

El trébedes (tres pies) era un soporte de hierro donde se ponía la olla, la paella, la cazuela y las parrillas para freír, hervir o hacer carne o verduras a la brasa.

A última hora de la tarde, tapado con la ceniza, se ponían al calor de las brasas: boniatos, patatas, cebollas, membrillos, manzanas, ... hechas de esta manera tenían un sabor incomparable.

Para sentarse alrededor de la lumbre, había dos pilones y dos sillas de enea y en un nivel más bajo cinco o seis sillas más altas, también de enea, que rodeaban el hogar, la gente cuando entraba bebía del porrón y se  sentaba junto al fuego para hacer la tertulia.


En el lado contrario a la lumbre había dos fogones de hierro fundido con las brasas y más abajo el cenicero.

Más tarde junto a los fogones se puso la cocina económica, también de hierro fundido, con tres fogones circulares, un horno a la izquierda, y abajo un sitio para poner la leña y más bajo el cenicero.

Encima de la cocina económica había sobre una altura de metro y medio, baldosas blancas y por encima una madera gruesa con ganchos para colgar el cucharón, la espumadera y otro enseres.



Y encima había colgados siete platos hondos, grandes, pintados a mano de épocas inmemoriales.

El armario que estaba en un rincón, tenía dos puertas con cristal y cortinas, con estantes de forma triangular, allí se guardaban platos, tazas, vasos,...

El mármol de la cocina, grueso y de color blanco como el fregadero, tenía dos agujeros que desaguaban en un pozo muerto.

El armario de madera, estaba forrado con una mosquitera para mantener la vianda cocida o cruda, fresca y protegida.

La mesa de la cocina tenía un cajón en cada esquina donde se ponían el cuchillos, tenedores y cucharas.

El techo estaba tenia vigas de hierro negro, con bovedillas de color amarillo.

El suelo estaba hecho con baldosas cuadradas de barro cocido.

La ventana se cerraba con unos ventanales de madera y por fuera tenía una reja de hierro.

Volver a hacer una cocina como aquella, hoy parece lo imposible.

LA VORA DEL FOC

L’ús del foc ve de molt antic, s’ha utilitzat tan per escalfar, com il·luminar o cuinar els aliments. La vida familiar girava al voltant d’aquest element tan preuat.

A l’edat mitjana els pobles es censaven per focs, no per habitants.

A pagès la llenya era una font d’energia molt important per a fer foc.

La vora del foc en els meus temps de petit i de jove, amb els pilons de fusta i les seves cadires de boga, eren el punt central de la estància, que donava escalfor i caliu familiar a les tardes i vesprades de la tardor, l’hivern i la primavera, amb xerrades i tertúlies del temps que corresponia viure en aquells dies.

Eren molts els fets que voltaven vora del foc, com a estris utilitzaven uns torrapans i uns molls per remoure les brases i acostar els troncs.

El ventall fet d’espart sencer servia per encendre el foc quan quedava ofegat i així revifar-lo.

L’espai del foc estava emparat per les parets laterals i la paret del fons, era en essència un lloc emblemàtic de la casa.

Al centre hi havia agafada a la paret una lleva de ferro gruixuda com un canell, allà anava enganxada una cadena que tenia adherida una peça de ferro amb ganxo a punta i punta per agafar l’olla gran, segons es fes servir per bullir l’aigua, per fer sabó o bé la matança del porc.

També se li posaven dos braços acabats en dos ganxos per sostenir les dues nanses de l’olla i fer el caldo o el que convingués.

A  l’olla gran s’hi feia bullir el menjar del bestiar.

El trespeus era un suport  de ferro on s’hi posava l’olla, la paella, la cassola i les graelles per fregir, bullir o fer carn o verdures a la brasa.

A l’última hora del vespre , tapat amb la cendra, es posaven al caliu: moniatos, patates, cebes, codonys, pomes,... fetes d’aquesta manera tenien un gust incomparable.

Per seure al voltant de la vora del foc, hi havia dos pilons i dues cadires de boga i en un nivell més baix cinc o sis cadires més altes, també de boga, que envoltaven la llar, la gent quan entrava bevia a galet del porró i seia al costat del foc per fer la tertúlia.

Al cantó contrari a la vora del foc hi havia dos fogons de ferro colat amb les brases i a sota el cendrer.

Més tard al costat dels fogons es va posar la cuina econòmica, també de ferro colat, amb tres fogons circulars, un forn a l’esquerra, a sota un llocper posar-hi la llenya per cremar  i més a sota el cendrer.

A sobre de la cuina econòmica hi havia amb una alçada de metre i mig, rajoles blanques i per sobre una fusta gruixuda amb claus de ganxo per penjar el cullerot, l’escumadora i altre estris.

I a sobre hi havia penjats set plats fondos, grans, pintats a mà d’èpoques immemorials.
 L’armari cantoner estava en un racó, tenia dues portes amb vidre i cortines, amb prestatges de forma triangular, allí es guardaven plats, tasses, gots,...

El marbre de la cuina, gruixut i de color blanc com l’aigüera, tenia dos forats que desaiguaven en un pou mort.

L’armariet de fusta, estava folrat amb una mosquitera per mantenir la vianda cuita o crua, fresca i protegida.

La taula de la cuina tenia un calaix a cada cantó on es posaven el ganivets, forquilles i culleres.

El sostre estava fet de bigues de ferro negres, amb revoltons de color groc.

El terra estava fet amb rajoles quadrades de fang cuit.

La finestra es tancava amb uns finestrons de fusta i per fora tenia una reixa de ferro.

Tornar a fer una cuina com aquella, avui sembla l’impossible.




10 de setembre del 2015

TIEMPO ATRÁS. TEMPS ERA TEMPS. EL ACEITE. (5)




El tiempo de las aceitunas es hacia el otoño, octubre, noviembre, diciembre, el tiempo del frío, recuerdo haber recogido aceitunas estando todo helado.

Recogida

Cuando las aceitunas están maduras se vuelven negras.
Era entonces el momento de batir los olivos y hacer caer las aceitunas con unas varas de avellano.

Se recogían de tierra e íbamos llenando una cesta, luego las vertíamos en sacos y con ello pasábamos el tiempo, era muy laborioso.

Luego íbamos al molino de cal Bialó para seguir todo el proceso.

Molienda

Era el primer paso, romper el fruto para luego poder obtener el aceite que tiene la aceituna.

Quedaba todo desmenuzado, transformado en una pasta que se colocaba sobre unos cilindros hechos con capachos de esparto.
Se ponía un cilindro sobre el otro formando una pila.

Al moler las aceitunas tenía que caer continuamente agua caliente, porque al mismo tiempo que aplastaba, el agua caliente sacaba el aceite de las aceitunas.

Prensa

Debajo había una canaleta que era donde iba a parar todo.

Extracción

Volvían a apretar para molerlo bien molido y cuando ya estaba desmenuzado quedaba compacto, las pieles de las aceitunas y los huesos triturados, todo aceitoso.

Esto era la leña que servía para tirar dentro del fuego, porque el horno funcionaba continuamente, de día y de noche, allí había unas pilas que alimentaban el fuego, unas brasas continuas, claro los huesos quemaban con el aceite.

El aceite bajaba a chorro mezclado con el agua e iba a parar dentro de un depósito, como el agua y el aceite no van juntos, quedaba el aceite encima y el agua debajo.

Con un cucharón de hierro y un cubo de cobre se recogía el aceite.

En casa

De la garrafa se pasaba a las tinajas y así teníamos aceite para todo el año.

En el molino siempre estaba el horno encendido, siempre caliente algo grande, hacía un calor allí dentro...

Con las brasas se estaba caliente en invierno y había tertulias... siempre estaba lleno de gente, había unas tertulias que era demasiado y como el depósito estaba lleno de aceite, allí siempre tenían panes de dos kilos, se cortaba, se hacían rebanadas y se tostaban de ambos lados con el calor del brasero.                                                         

Se rociaba la tostada con aceite, se daba la vuelta y se escurría. Una tostada de aquellas era una comida buenísima y allí siempre estaban los porrones llenos de vino, quien quería comía.

Vicente era el encargado de hacer todo el proceso del aceite, sabía de que iba.
Allí estaba la vida de antes, que era vida.



La vida al trull de l’oli 

El temps de les olives és cap a la tardor, octubre, novembre, desembre, el temps del fred, recordo un dia que havia plegat olives i estava glaçat.

Collita

Quan les olives estan madures es tornen negres.
Es batien les oliveres i es feien caure les olives amb unes vares d’avellaner.

Es plegaven de terra i anàvem omplint una senalla, després s’abocaven en sacs i amb això passàvem el temps, perquè era una feinada.                        

Molta

Després anàvem al trull de cal Bialó i les olives es tiraven al molí.

Era el primer pas, trencar el fruit per després poder obtenir l’oli que porta l’oliva.

Quedava tot trinxat, transformat en una pasta que es col·locava sobre unes sàrries fetes d’espàrrec de corda de mà gruixuda.
Es posaven una sàrria sobre l’altra formant una pila.

Al moldre les olives havia de caure contínuament aigua calenta, perquè al mateix temps que aixafava, l’aigua calenta treia l’oli de les olives.

Premsa
A sota hi havia una canaleta i un xopet que era a on anava a parar tot.

Extracció

El tornaven a estrènyer per moldre’l ben mòlt i quan es treia la pinyolada (quan ja estava trinxat) quedava compacte, això portava les pells de les olives i els pinyols trinxats, tot oliós.                                                                                                                    

Això era la llenya que servia per tirar dins del foc, perquè el forn anava contínuament, de dia i de nit, allà hi havia unes piles de pinyolada que alimentaven el foc, unes brases contínues, es clar els pinyols cremaven amb l’oli que portaven.

L’oli baixava a tro barrejat amb l’aigua i anava a parar dins del safareig on hi havia el xopet, com que l’aigua i l’oli no van plegats, quedava l’oli a sobre i l’aigua a sota.
Amb un mànec de ferro i una galleda de coure s’agafava l’oli. 

A casa                                                                                                                      

Dels barrals es passava a les gerres i teníem oli per tot l’any.

Al trull sempre hi havia el forn de foc encès, sempre calent una cosa gran, feia una calor allà dins...                                                                                      

Amb les brases s’estava calent a l’hivern, hi havia tertúlies... sempre estava ple de gent, hi havia unes tertúlies que era massa i com que el safareig estava ple d’oli, allà sempre tenien pa de pagès de dos quilos, es tallava i es feien llesques, es torraven a banda i 
banda amb l’escalfor del braser.

Es posava la torrada sucada per un cantó, es donava la volta a la torrada, i llavors s’escorria.                                                                                                             

Una torrada d’aquelles era un àpat boníssim i allà sempre hi havia els porrons plens de vi, qui volia menjava.

El Vicenç era l’encarregat de fer tot aquest procés de l’oli, sabia de que anava.

Allà havia la vida de abans, que era vida.


1 de setembre del 2015

TIEMPO ATRÁS. TEMPS ERA TEMPS. EL SALTO DEL FULQUET (4)



En Sant Climent había un poco más abajo de la fuente de la Camagriga, un salto de agua con una roca, que formaba una balsa: el "salto del Fulquet".

Por encima pasaba un acueducto hecho de obra y pizarra de unos cinco metros de altura, con tejas, por donde circulaba el agua que venía del arroyo de las Comes, que servía para regar los campos de cultivo. A cada lado había un depósito para almacenar el agua del riego.

En invierno cuando helaba, se formaban estalactitas de hielo de formas alargadas, que eran las delicias de los niños.

A los chicos nos gustaba ir a bañarnos desnudos en la balsa en aquellos calurosos días de verano.

Dejábamos la ropa en una esquina y nos sumergíamos  en la frescura del agua.

Recuerdo que una vez, el Josepet de cal Félix, cogió la ropa de los chicos y todos tuvieron que volver a casa desnudos.



Temps era temps. El salt del Fulquet (4)

A Sant Climent hi havia un tros més avall de la font de la Camagriga, un saltant d’aigua amb una roca, que formava una bassa: el “salt del Fulquet”.

Per sobre passava un aqüeducte fet d’obra i llicorella d’uns cinc metres d’alçada, amb teules, per on circulava l’aigua que venia de la riera de les Comes, que servia per regar els camps de conreu. 
                                                         
 A cada cantó hi havia un safareig que servia de dipòsit per emmagatzemar l’aigua del reg.

A l’hivern quan glaçava, es formaven estalactites de gel de formes allargades, que eren les delícies dels nens.

Als nois ens agradava anar a banyar-nos despullats a la bassa en aquells calorosos dies d’estiu.

Deixàvem la roba a un cantó i ens submergíem dins la frescor de l’aigua.

Recordo que una vegada, el Josepet de cal Félix, va agafar la roba dels nois i tots van haver de tornar a casa despullats.



20 d’agost del 2015

TIEMPO ATRÁS. TEMPS ERA TEMPS. EL VINO (3)







En casi todas las casas de Sant Climent había en medio de la mesa el porrón de vino como algo sagrado. Cuando venía un forastero, lo primero que hacía era beber un trago.

Como la familia se levantaba temprano, la primera obligación era encender el fuego.

Los mayores comían una tostada con un trago de vino y los niños con la leche.

Los hombres  preparaban el cesto del trabajo para llevar al campo con el almuerzo y la comida, la cuchara y el tenedor de madera  y una bota de dos litros, con una caña para poder beber a morro.

Las botellas de vino se dejaban en la alberca, para que se mantuviesen frescas i después llenaban la bota del vino.

Para la merienda, los niños tenían ocasionalmente pan con azúcar y por encima unas gotas de vino rancio o mistela.

Después de la recolección, la uva se llevaba a la prensa en cestos de mimbre y caña, en la época del abuelo para transportar la uva utilizaban  portadoras de madera.

Se aplastaba la uva  en la máquina estrujadora  para obtener el máximo sin desaprovechar un grano.
 
Las uvas se pasaban entre rodillos de hierro, eran pocos los que lo hacían así, otros las aplastaban con los pies. Una vez estrujadas ya teníamos el zumo de la uva (mosto) y la brisa (pieles y semillas),se quitaba una tabla i se tiraba dentro del lagar mezclado con el vino.


En el tapón de abajo del lagar se ponía un grifo grande para sacar el vino y llevarlo a la bota, luego se sacaba la brisa del fondo del lagar, siempre encendiendo una vela por temor a que hubiera dióxido de carbono.
                                                                    
La brisa se ponía a la prensa para terminar de sacar el vino que quedaba.

En la segunda prensada como el vino era más fuerte, a veces se utilizaba para hacer alcohol o hervido en la caldera se hacía arrope.

Al final de la temporada, antes de sacar las madres el vino sobrante se vertía en la bota del vinagre.
                                 
La mayoría de las cepas eran xarel.lo, también había macabeo, moscatel y otras variedades. 
                                                                                                   
La mitad se vendía en el mercado mayorista y lo que quedaba era para consumo propio.


La uva y todo lo relacionado con el vino: como la vendimia, sacar la brisa del lagar, el prensar, ... tenía el campo abonado para las avispas y sus picaduras, pero sólo el olor de aplastar las uvas y el mismo olor del prensado no se encuentran en ninguna parte, por eso puede ser uno de los valores perdidos.


El vi (3)

A gairebé totes les cases de Sant Climent hi havia al mig de la taula el porró de vi, com una cosa sagrada. 
Quan venia un foraster, el primer que feia era beure un traguet.

Com que la família s’aixecava aviat, la primera obligació era encendre el foc. Els grans menjaven una torrada amb un traguet de vi i els nens amb la llet.

Els homes preparaven el cistell de la feina per portar al camp amb l’esmorzar i el dinar,  la cullera i la forquilla de fusta i una bota de dos litres, amb una canya per beure a galet.

Les ampolles de vi es deixaven en el safareig per mantenir-les fresques i després omplien la bota del vi.

Per berenar els nens tenien ocasionalment pa amb sucre i per sobre unes gotes de vi ranci o mistela.
                                                                                                 
Després de la verema el raïm es portava al trull en coves de vímet i canya, en l’època de l’avi per transportar el raïm utilitzaven les portadores de fusta.                                                                                                                  
S’aixafava el raïm amb el pisot per tal encabir-hi més sense desaprofitar un gra.                                                                                                
                                                                                      
Per aixafar els grans, es passaven entre uns corrons de ferro, eren pocs els que ho feien així, altres l’aixafaven amb els peus.
                                       
Un cop aixafat ja teníem el suc del raïm (most) i la brisa (pells i llavors), es treia una fusta i es tirava dins del cup barrejat amb el vi.

En el tap d’abaix del cup s’hi posava una aixeta grossa per treure el vi i portar-lo a la bota, després es treia la brisa del fons del cup, sempre encenent una espelma per por de que no hagués guilla.

 La brisa es posava a la premsa per acabar de treure el vi que quedava.

A la segona premsada com que el vi era més fort, a vegades s’utilitzava per fer esperit de vi o bullit a la caldera es feia arrop.

Al final de la temporada, abans de treure les mares el vi sobrant s’abocava en la bota del vinagre.

La majoria dels ceps eren xarel•lo, també hi havia macabeu, moscatell i altres varietats, la meitat es venia al Born i el que quedava era per consum propi.                                                  
El raïm i tot el que està relacionat amb el vi: com la verema, treure la brisa del cup, el premsar,... tenia el camp abonat per les vespes i les seves picades...però només l’olor d’aixafar el raïm i la mateixa olor del premsat no es troben enlloc, per això pot ser és un del valors perduts.


5 d’agost del 2015

TIEMPO ATRÁS. TEMPS ERA TEMPS. ELS ANIMALS (2)




Vivir en el campo la infancia me ha reportado un crecimiento personal y unas experiencias que no cambiaría por nada.

De pequeño estar en contacto con la naturaleza y los animales era natural y cotidiano.

Dar la comida a los conejos, gallinas,  patos,  gansos, el cerdo, el caballo, ... formaba parte de la economía familiar, los animales que tenías ayudaban a la subsistencia.

A diferencia de hoy que se necesita toda una tecnología digital (móviles, ordenadores,...),  que a veces no son de carácter natural y por tanto asimilables.

Cada mes se emparejaban  los conejos para que tuvieran crías.

Los gansos hacían un gran escándalo, los gallos te despertaban de madrugada con su canto; entre ellos se picaban y se estropeaban las crestas.

El caballo estaba en el establo, el suelo era de grava, encima se ponía la paja, cuando había una pila se llenaba el carro de estiércol y se llevaba al campo para abonar ecológicamente la tierra.

Los gansos, las gallinas, los pollos y los gallos campaban a su aire y cuando podían se iban hacia el establo y se paseaban por entre las patas del caballo, hacían una vida social muy intensa.

A veces las gallinas caían al pozo y nadaban, las tenías que coger con un cesto, si es que no se ahogaban.

Cuando la gallina estaba clueca, la poníamos en la galería de arriba, porque tenía que estar sola para incubar los huevos y cuando nacían los pollitos, otra vez hacia abajo.

El cerdo estaba en la corte, allí había el comedero y el desagüe que iba a parar a la balsa y que recogía los excrementos de la comuna y también los purines del cerdo.

La balsa tenía una trampilla que se abría con un cubo, se vaciaba el contenido,  se colocaba en el carro y se llevaba a Marina o a los cerezos de la viña, era el abono ecológico.

Había otro establo para la burra.

Los niños convivían con este mundo de los animales y de las plantas con toda normalidad y las bestias se sacrificaban con naturalidad.  


TEMPS ERA TEMPS. ELS ANIMALS (2)                                  


Viure a pagès la infància m’ha reportat un creixement personal i unes experiències que no canviaria per res.

De petit estar en contacte amb la natura i els animals era natural i quotidià.

Donar el menjar als conills, les gallines, els ànecs, les oques, el porc, el cavall,... formava part de la economia familiar, els animals que tenies ajudaven a la subsistència.

A diferència d’avui que es necessita tota una tecnologia digital (mòbils, ordinadors,...), que a vegades no són de caràcter natural i per tant assimilables.

Cada mes s’emparellaven els conills perquè tinguessin cries.

Els gansos feien un gran escàndol, els galls et despertaven a la matinada amb el seu cant; entre ells es picaven i es feien malbé les crestes.

El cavall estava  l‘estable, el terra era de grava, a sobre es posava la palla i peloses, quan hi havia una pila al femer s’omplia el carro de fems i el portàvem al camp per adobar ecològicament la terra. 

Les oques, les gallines, els pollastres i els galls campaven al seu aire i quan podien s’anaven cap al estable i es passejaven per entre les potes del cavall, feien una vida social molt intensa.

A vegades les gallines queien al pou i nedaven, les havies d’agafar amb un cistell, si es que no s’ofegaven.

Quan la gallina estava lloca, la posàvem a la galeria de dalt, perquè havia d’estar sola per covar els ous i quan naixien els pollets, una altra vegada cap avall.

El porc estava a la cort, allà hi havia la menjadora i el desguàs que anava a parar a la bassa i que recollia els excrements de la comuna i també els purins del porc
.
La bassa tenia una trapa que s’obria i amb un bujol,  s’agafava el contingut de la bassa i es posava dins dels barrals,  que es posaven al carro i es portaven a Marina o als cirerers de la vinya,  era  l’adob ecològic.

Hi havia un altre estable per la burra.

Els nens convivien amb aquest món dels animals i de les plantes amb tota normalitat i les bèsties es sacrificaven amb naturalitat.                                       



29 de juliol del 2015

TEMPS ERA TEMPS. ELS MOTIUS (1)




Tiempo era tiempo. Los sobrenombres familiares (1)

Recuerdo cuando en Sant Climent todas las casas se conocían por el sobrenombre familiar, como en todas partes, aunque con el tiempo esta costumbre quedó en desuso y muchas veces olvidada.

Incluso en los inmigrantes, si fuéramos a las raíces de sus antepasados, nos sorprendería encontrar el apodo de su familia.

De dónde eres? preguntaban los abuelos. La respuesta era clara y precisa: de cal Marqués, de cal Caldetes, de cal Buló, de cal Pirri, ...

En Lugo mi familia materna era a do Roxo, las primas de mi abuelo as do Porto, mi madre me había comentado otros sobrenombres que lamentablemente hoy no recuerdo. 
En Arcos (Ourense) estaban os Menores, Carmen me diría muchos más.

No eras un número, eres lo que eras y llevabas en la espalda el pasado de tu familia como carta de presentación.

Por mi padre supe, por tradición oral, que nuestro sobrenombre familiar: era cal Rigoló, venía de un niño, un pequeño rigolonet que había en un antepasado de nuestra familia.

Buscando en el árbol genealógico, descubrimos que un ascendiente: Pons Pausas, se casó en el año 1717 con María Rigol y tuvieron siete hijos, el primero:   José nació en el año 1718 y el último: Gabriel, nació en el año 1741, o sea veintitrés años más tarde.


He aquí el rigolonet, el apellido de su madre y el ser el más pequeñito, dió lugar al sobrenombre de la casa.  


Temps era temps. Els motius familiars (1)

Recordo quan a Sant Climent totes les cases es coneixien pel motiu, com a tot arreu, encara que amb el temps aquest costum va quedar en desús  i moltes vegades oblidat.

Fins i tot en els sobrevinguts, si anéssim els arrels dels seus avantpassats, ens sorprendríem al trobar el sobrenom de la seva família. 
 
D’on ets? preguntaven els vells. La resposta era clara i precisa: de cal Marquès, de cal Manel del Rotllat, de cal Caldetes, de cal Buló, de cal Pirri,...

A Lugo la meva família materna era a do Roxo, les cosines del meu avi as do Porto, la meva mare m'havia comentat altres motius que malauradament avui no recordo.
A Arcos (Ourense) estaven os Menores, la Carme em diria molts més.

No eres un número, eres el que eres i portaves a l’esquena el passat de la teva família com a carta de presentació.

Pel meu pare vaig saber, per tradició oral, que el nostre motiu: cal Rigoló venia d’un nen, un petit rigolonet, que havia en un avantpassat de la família.

Buscant a l’arbre genealògic, vam descobrir que un ascendent: Pons Pausas, es va casar l’any 1717 amb Maria Rigol i van tenir set fills, el primer que es deia Joseph va néixer el 1718  i l’últim: Gabriel, va néixer l’any 1741, o sigui  vint-i-tres anys més tard.

Vet aquí el rigolonet, el cognom de la seva mare i el ser el més petitó, va donar lloc al motiu de la casa.

17 de març del 2015

ARRIBEN ELS PRESSEGUERS I LES PRUNERES

Després de florir l’ametller en ple hivern arriba a les nostres contrades la florida dels presseguers i les pruneres.

I això ja no hi ha qui ho pari, darrere vindran els albercoquers, les pereres, els tarongers, els mandariners, les pomeres, etc, etc.

Uns dels principis de la vida que hauríem d’aprendre és l’existència de la diversitat.

La naturalesa ens ensenya aquest principi cada dia i fins diria a cada moment, perquè mentre en aquest petit país floreixen presseguers i pruneres d’una varietat determinada, en altres llocs les diferents menes tenen la florida més tard o més aviat.


Això sí... les abelles, els borinots, els ocells i infinitat de bestioles comencen ja a treballar a preu fet.










12 de gener del 2015

A L'HIVERN ELS JUNQUILLOS






Narcís (Narcissus).  Són plantes originàries del Mediterrani, també es troben algunes espècies a l'Àsia central, a la Xina. 

Els narcisos tenen un bulb i una flor amb una corona central en forma de trompeta envoltada per un anell de pètals. Els colors habituals solen ser grocs o taronja o blanc.

A Sant Climent reben el nom de junquillos.

El meu record em porta seixanta anys enrere al camp de les Filipines i del Llanàs,  envoltats de junquillos.

El seu hàbitat requereix prats humits, per això es plantaven a les voreres del vall, també hi havia lliris, però aquests no es portaven al mercat.

Els junquillos eren coneguts com a nadales ja que, la seva floració comença al desembre.


Fa una inflorescència que té fins a quinze flors de pètals de color blanc-groguenc i una corona ben desenvolupada de color groc.


Dos manats de junquillos eren una dotzena i gairebé es feien més de cent poms.


Quan estaven preparats es portaven a la Rambla de les Flors per vendre'ls a l’engrós.


No podies parlar mentre feies els manats, perquè anaves contant i et podies confondre.


A la primavera la tija encara es verda , a l’estiu la planta s’asseca i queda solament el bulb, a la tardor comencen a sortir les fulles, i a l’hivern surten les flors.


Es valoraven molt perquè era una flor d’hivern, pel seu perfum i com que en aquells temps no hi havia hivernacles, era una de les poques flors existents, junt amb el galzeran.


També es plantaven violers que eren de color vermell o groc (alhelí), lilàs amb flors de color lila, malva o blanc i roses terreres.


Totes aquestes flors es portaven a la Rambla, que era on funcionava el Mercat de les Flors de Barcelona, a les tres de la matinada  i s’estenien a terra, sobre el mocador de fer farcells.


Sorties de la Rambla carregat de bitllets, per anar cap al born a vendre les fruites i verdures del temps.

Després a esmorzar i a continuació iniciar la feina al camp, la llarga jornada del pagès.